Yo siempre había creído que en una pareja el viudo, o la viuda, era el que sobrevivía a su cónyuge. ¡Craso error! El viudo es el difunto. Menos mal que “El País”, en su edición digital del 21-1-2012 está ahí para corregirme.
En efecto, en un reportaje acerca de Isabelita Perón y su actual vida en Madrid, se puede leer:
“…donde guardaba el sudario de Eva Duarte de Perón, Evita (1919-1952), primera viuda del general”.
Teniendo en cuenta que Perón murió en 1974, no sé como Evita pudo convertirse en viuda. Pero, para añadir más confusión al asunto, resulta que Evita no fue tampoco la primera esposa de Perón en fallecer, ya que anteriormente estuvo casado con Aurelia Gabriela Tizón, que había fallecido de un cáncer en 1938, por lo que, en todo caso, sería la segunda viuda.
Hasta aquí empezábamos a tener claro que el redactor no conocía este detalle, pero que la viuda era la que fallecía y no el que quedaba vivo. Pero la cosa no termina aquí.
En efecto, la confusión continúa, porque en el mismo artículo podemos leer:
“…la segunda viuda del caudillo gaucho: María Estela Martínez, Isabelita…”.
Ahora es cuando no entiendo nada, porque, siguiendo el razonamiento anterior, el viudo debería ser, en este caso, Juan Domingo Perón.