Un cuerno del espacio

Antiguamente, las sesiones de las Juntas Generales del Señorío de Vizcaya se convocaban haciendo sonar unos cuernos desde lo alto de cinco montes, con lo que la llamada se escuchaba desde todo el territorio. Esos montes se dieron en llamar «bocineros», y así se siguen conociendo. En la actualidad, las Juntas Generales celebran cada año el «Día de los Montes Bocineros», en el que se recuerda esa llamada subiendo a uno de los citados montes y haciendo sonar los cuernos. «El Mundo del País Vasco», el 20 de junio de 2005, lo cuenta así:
«Ya en la cima del Gorbeia, a las doce del mediodía, se procedió al acto de la llamada a los junteros con el tañir de los cuernos».
Vamos a dejar de lado que la palabra tañir no existe (es tañer) y vamos a aceptar la palabra «tañer», ya que, a pesar de que suele utilizarse, según señala el Diccionario de la RAE, refiriéndose a un instrumento musical de percusión o de cuerda, en especial una campana, hay una acepción que menciona la posibilidad de tañer una bocina. Pero lo que nos llama la atención es lo que se dice a continuación:
«Para este acto, se había elaborado un cuerno espacial…».
Ya que no aparece ninguna fotografía, no puedo explicar cómo es el citado cuerno espacial. Acepto sugerencias. La mía es que se trata de un cuerno del estilo de los que llevan los marcianitos en alguna película de ciencia ficción de las de los años 60. Por supuesto, de color verde.