
Un homicida frustrado ha sido condenado, entre otras cosas, a no poder viajar al espacio. Así lo recoge “El Nervión” el 18 de marzo de 2015:
“La Audiencia vizcaína condena al acusado a cinco años de prisión, inhabilitación espacial y el pago de 6.340 euros de indemnización”.
Se ve que la justicia se empieza a adaptar a los nuevos tiempos. Entiendo que la inhabilitación espacial tiene que ver con el hecho de que el condenado tiene mal carácter y no se fían de lo que pueda hacer si tiene que convivir mucho tiempo en una nave con otras personas.