Hay reivindicaciones que suenan un poco macabras. De hecho, la de los vecinos de Orcasitas necesita que exista algún cadáver. Lo leemos en la edición de Madrid de «La Razón», el 31 de octubre de 2001:
«Manifestación vecinal ante la sede de Unión Fenosa para exigir el enterramiento de los tendidos eléctricos».
Aunque leído así no parece tan macabro el asunto, resulta que la palabra «enterramiento», según el Diccionario de la RAE tiene cuatro acepciones, y en todas ellas es necesario la existencia de un cadáver. Los propios vecinos, en las consignas que coreaban, eran conscientes de ello: «Fenosa nos mata, el alcalde nos remata». Y la información insiste: «López Rey destacó que el enterramiento previsto, a 50 centímetros o un metro de profundidad…».
Yo creo que deberían buscar un acuerdo para soterrar los tendidos y evitar así que llegue a haber muertos.
