
Veíamos en una entrada anterior (ver aquí) que hay personas que nacen predestinadas. Al menos eso se suele pensar cuando te encuentras con alguien cuyo apellido es indicativo de su profesión. En el caso que nos ocupa, la historia es algo diferente. Se trata de una persona que nace en Sevilla, pero acaba viviendo en otra provincia, y llega a convertirse en edil de una localidad que tiene que ver mucho con su apellido. Lo vemos en el titular de una noticia que aparece en el «Diario del AltoAragón» el 1 de marzo de 2001:
«Inmaculada Caballo sustituye a Manuel Gil en el Concejo de Jaca».
Desconozco la altura de la edil, pero sería curioso que, además, fuese pequeña, ya que el diccionario de la RAE dice que jaca es «Caballo cuya alzada no llega a metro y medio«.