Como consecuencia de unas obras, y para reducir las velocidad en la zona, el Ayuntamiento de Bilbao había decidido instalar unos badenes. Pero los conductores de los autobuses urbanos se quejaban de la altura de los mismos. «El Correo» del 31 de mayo de 2006, haciéndose eco de esta protesta, dice:
«…habían amenazado con recortar hoy sus servicios, en protesta por la proliferación de perales, colocados por seguridad por las obras de Feve».
No sé en que estarán pensando los responsables de seguridad vial, pero no creo que colocar unos perales mejore ningún aspecto de la circulación, sino más bien al contrario, ya que cualquier conductor podría llegar a estrellarse contra ellos. Hay veces que pedir algo de cordura es como pedir peras al olmo.
(Cazado por Jorge Sobrado)
¡El mejor de todos hasta ahora!¡Qué bueno!