
Parece ser que algunos constructores tienen la mala costumbre de regar a sus trabajadores. Probablemente son empresarios que provienen del sector agrícola y no se han adaptado a su nueva actividad. “Ideal”, el 25 de junio de 2006, titula:
“Jornada sobre prevención de riegos laborales en construcción”.
La noticia añade:
“Se pretende impulsar la cultura preventiva mediante la formación de los empresarios”.
Lo que yo pensaba: hay que formarlos, porque traen tics adquiridos de su ocupación anterior.
La fotografía que acompaña la información es inequívoca: un trabajador se encoge y lleva la cabeza tapada, probablemente para evitar que el empresario lo riegue.
Una respuesta a “No hay que regar a los trabajadores”