
La Iglesia Católica ha entrado en crisis. Los primeros síntomas empiezan a verse claros. Lo mismo que ha sucedido con las entidades bancarias, que se están fusionando para afrontar los nuevos tiempos, la Iglesia ha comenzado a fusionar santos. Era de esperar: en tiempos de bonanza, el anterior pontífice se dedicó a nombrar santos a troche y moche. Y ahora resulta que no pueden mantenerlos a todos. La revista «Construcción», en su número de noviembre de 2011 nos da la primera pista, cuando titula:
«La Asociación Maestros Pintores de Vizcaya celebra San Juan Lucas Evangelista».
Es que era un derroche tener cuatro santos evangelistas. En los tiempos que corren, con uno será suficiente: San Juan Lucas Mateo Marcos Evangelista. Ya sé que parece largo, pero siempre puede luego acortarse. Ahí está el caso del Banco Santander que ha vuelto a su nombre inicial después de ser Santander Central Hispanoamericano. O también pueden usarse siglas, como en el caso del BBVA, para ser San JLMME.