
En ocasiones hay páginas en las que nos encontramos con auténticas madrigueras de gazapos. Es lo que sucede en la página 6 del suplemento «El Correo del Empleo», de «El Correo», del 5 de mayo de 2002, dedicada al oficio de campanero. Voy a obviar algún dato, como el sumario que dice, textualmente:
«Era un actividad a la que se tenía que realizar varias veces al días y durante todo el año».

Yendo al meollo de la cuestión, ya en el titular presenta a los protagonistas del artículo como «Camapaneros».

Y también dentro del artículo explica:
«También se conocen casos de camapaneros que murieron electrocutados por algún rayo».
Sería mientras comían pan en la cama.

Por cierto que, para rematar la faena, en el pie de la foto que aparece nos presenta al «camanero de Lezaun».
He constatado que en el artículo hay ocasiones en las que los llama también «campaneros».