Aunque parezca que todo lo que está en la nube se hace solo, no es así. La Wikipedia, por ejemplo, existe gracias a miles y miles de personas que elaboran los artículos, los corrigen, los actualizan… Pero una vez solucionada esta incógnita, nos encontramos con otra aún más difícil de resolver.
En efecto, en su edición online del 26 de febrero de 2016, «El Correo» afirma que «Solo una de cada diez editoras en la mayor enciclopedia virtual de la red es mujer».
Y yo me pregunto: ¿Cuál es el sexo de las otras nueve editoras? La Red sigue llena de misterios.
Todos sabemos (o deberíamos saber) que hay cantidades mayores que otras. Por ejemplo, 5 es mayor que 4. Y, si juntas 3 y 2, hacen 5, por lo que obtenemos una cifra mayor que 4. Esta pequeña lección de matemáticas viene a cuento de la reforma electoral que quiere aprobar el PP para poder seguir siendo mayoría, aunque saque menos votos que la suma de otros partidos que deciden unirse. Quieren demostrar, por ejemplo, que 45 es más que 55.
Y, aunque la cosa no parece fácil , se ve que han pensado que, tal como está la educación, será sencillo colársela a más de uno. Y así, ya hace un mes empezaron la campaña en TVE, como demuestra esta captura de pantalla del día 23 de junio de 2015, a las 10:46 de la mañana, en la que aparece un gráfico preguntándose «¿CUÁNDO SE CONSUMEN PASTILLAS ADELGAZANTES?» Y el resultado explica que el 45% es en «JUNIO» y el 55%, el «RESTO DEL AÑO». Pero, como se ve claramente en el gráfico, 45% es más que 55%.
En cualquier caso, se pongan como se pongan, y aprueben las leyes que aprueben, yo seguiré pensando que 5 es más que 4. O, presentado de otra forma (3+2)>4.
Un homicida frustrado ha sido condenado, entre otras cosas, a no poder viajar al espacio. Así lo recoge «El Nervión» el 18 de marzo de 2015:
«La Audiencia vizcaína condena al acusado a cinco años de prisión, inhabilitación espacial y el pago de 6.340 euros de indemnización».
Se ve que la justicia se empieza a adaptar a los nuevos tiempos. Entiendo que la inhabilitación espacial tiene que ver con el hecho de que el condenado tiene mal carácter y no se fían de lo que pueda hacer si tiene que convivir mucho tiempo en una nave con otras personas.
Los periodistas trabajan, en ocasiones, en situaciones difíciles. El clima, ruidos ambiente… dificultan su labor. Algo así ha debido pasarle al que escribe la noticia en la página 9 de «El Nervión», del 20 de enero de 2015, al escribir el reportaje sobre un encuentro de waterpolo femenino disputado en estas frías fechas, «en piscina descubierta y marcado por unas crudas condiciones meteorológicas». Concretamente explica que «el partido se desarrolló con una temperatura de sólo 7 grados, lluvia y fuertes rachas de viento».
El artículo se titula: «sfsadfjksadlfjkasdlfjasl djf lñasdjfasfasdf«.
Supongo que se trata de la transcripción de las declaraciones de alguna de las jugadoras, probablemente realizadas bajo el agua.
La violencia en los eventos deportivos está a la orden del día. Es habitual que la policía cargue contra los aficionados en muchas ocasiones. Pero lo que no es habitual es lo que ha hecho la policía portuguesa contra los aficionados del Athletic Club de Bilbao: utilizar armas de guerra prohibidas por la convención de Ginebra.
En efecto, el 21 de octubre, el Athletic jugaba en Oporto y la policía disolvió unos incidentes que se produjeron. Pero lo grave de la situación lo explica «El Correo» en su edición digital del 23 de octubre de 2014, cuando titula: «Fuimos golpeados con porras y nos lanzaron gas mostaza».
Según explica Wikipedia, este tipo de gases, «al contacto con el ser humano causan ampollas en la piel y las membranas mucosas, lo cual suele conllevar consecuencias como la muerte por asfixia agónica». Sorprendidos por que ningún aficionado haya fallecido, hemos aclarado el entuerto al leer completamente el artículo y ver que lo que en realidad había utilizado la policía portuguesa era gas pimienta.
La crisis económica llegó hace ya unos años para quedarse con nosotros durante mucho tiempo. Pero las crisis tienen sus culpables, aunque estos no lo reconozcan. Yo me atrevería a decir que de esta última, los principales culpables han sido las entidades financieras y los gobiernos que, curiosamente, son los menos afectados por los resultados de su fiasco.
Pero, como digo, nadie se siente culpable, hasta el punto de que «El Correo», en su edición digital del 21 de octubre de 2014, se ha tenido que inventar una palabra con motivo de la inflación galopante que sufre Venezuela. Concretamente, dice: «La crisis econónima en el país latinoamericano eleva los precios a niveles desorbitados».
Una lástima que se acabe de publicar el último diccionario de la RAE. «Econónima» tendrá que esperar a la próxima edición.
Las ventas de literatura se han hundido. Los empresarios del sector buscan soluciones para poder mantener el negocio y la creatividad de los autores. Pero hasta ahora a ninguno se le había ocurrido una solución tan ingeniosa como la que han desarrollado un grupo de presos de la cárcel de Nanclares de la Oca, en Álava: elaborar literatura por litros. Así lo recoge «El Correo», en su edición digital del 24 de julio de 2014: «La exmilitante de ETA Idoia López Riaño, que participó en 23 asesinatos, firma uno de los relatos recogidos en «Memorias del destino», un litro con textos salidos del taller de escritura de la cárcel de Álava, en la que cumple condena».
Yo conocía las ventas de libros por metros (de hecho hubo al menos una editorial que lo hizo para desprenderse de stock), pero esta nueva fórmula me parece totalmente innovadora. Prometo comprarme un litro de Shakespeare en cuanto salga a la venta (siempre que los precios sean asequibles, que luego te toman la palabra…).
Una mujer reclamada por estafa salva la vida gracias a sus delitos. Así lo cuenta «La Voz de Asturias» el 24 de noviembre de 2001: «Efectivos del Cuerpo Nacional de Policía procedieron a la detención de una mujer en Palencia que se encontraba sangrando abundantemente y que tuvo que ser atendida de las lesiones por estar dictadas contra ella varias órdenes de busca y captura por reclamaciones por delitos pendientes de ser juzgados en Asturias».
Si no llega a estar reclamada, seguro que le dejan que se desangre. Tal como se están poniendo las cosas, si tienes un accidente y viene alguien a ayudarte, lo mejor es que le «levantes» la cartera para que te atiendan lo antes posible.
El gobierno asegura que no tienen dinero, pero según «Periodista Digital», se pueden permitir el lujo de no sólo pagar a sus militantes, sino también a sus animales domésticos. Así lo leemos el 30 de julio de 2013, en un artículo sobre Josu Ternera:
«Nada hacía sospechar que ETA le entregaba periódicamente el dinero necesario para los gatos familiares, entre ellos el alquiler de la casa».
Se ve que, por motivos de seguridad, los gatos no viven con su dueño, sino que tienen su propia casa.
Yo siempre había creído que en una pareja el viudo, o la viuda, era el que sobrevivía a su cónyuge. ¡Craso error! El viudo es el difunto. Menos mal que “El País”, en su edición digital del 21-1-2012 está ahí para corregirme.
En efecto, en un reportaje acerca de Isabelita Perón y su actual vida en Madrid, se puede leer:
“…donde guardaba el sudario de Eva Duarte de Perón, Evita (1919-1952), primera viuda del general”.
Teniendo en cuenta que Perón murió en 1974, no sé como Evita pudo convertirse en viuda. Pero, para añadir más confusión al asunto, resulta que Evita no fue tampoco la primera esposa de Perón en fallecer, ya que anteriormente estuvo casado con Aurelia Gabriela Tizón, que había fallecido de un cáncer en 1938, por lo que, en todo caso, sería la segunda viuda.
Hasta aquí empezábamos a tener claro que el redactor no conocía este detalle, pero que la viuda era la que fallecía y no el que quedaba vivo. Pero la cosa no termina aquí.
elpais.com, 21-1-2012.
En efecto, la confusión continúa, porque en el mismo artículo podemos leer:
“…la segunda viuda del caudillo gaucho: María Estela Martínez, Isabelita…”.
Ahora es cuando no entiendo nada, porque, siguiendo el razonamiento anterior, el viudo debería ser, en este caso, Juan Domingo Perón.
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